Este es el mes donde se celebra un mecanismo que muchas empresas le tiene pánico, ya que es el mes de la prevención de lavado de activos y financiación al terrorismo, problemática que ha afectado gravemente la economía a nivel global, donde su principal autor es la corrupción, que ha sido el carcoma que deteriora cada vez más las organizaciones, convirtiéndolas en empresas frágiles y sin ética.
En nuestro país se hace un gran esfuerzo para que los sectores económicos no se vean afectados, por lo que tratan de implementar este sistema lo más transparente posible, dando pie a que muchos profesionales, especialmente de las áreas económicas, administrativas y contables se capaciten constantemente sobre este sistema que está compuesto por SARLAFT (Sistema de Administración de Riesgos en Lavados de Activos y Financiación al Terrorismo) y SAGRILAFT (Sistema de Autocontrol y Gestión del Riesgo Integral de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo) con el fin de poder construir acciones concretas para combatir y sensibilizar la adquisición de recursos ilícitos que provienen de delitos como el narcotráfico, la corrupción, el secuestro, la trata de personas, entre otros.
Sin embargo, este tema lo ven muchos empresarios jóvenes como algo estratégicamente para grandes empresas o aquellas que sus ingresos superan los $140.000 millones; sin embargo a partir del 24 de diciembre del 2020, la Supersociedades hizo un cambio en la regulación, donde las empresas con activos superiores a $35.000 millones están obligadas a implementar el SAGRILAFT con excepción de las empresas que manejan criptoactivos o bitcoin deberán implementar ese sistema con ingresos superiores a $2.600 millones, pero ¿Los pequeños empresarios deberían desde su inicio implementar este sistema en su negocio? La respuesta contundente es SÍ, y en Valtia daremos 4 tips que deben tener en cuenta aunque apenas está iniciando su negocio, partiendo desde sus cuatro puntos claves (Identificación, Evaluación, Control y Monitoreo):
- Asignar responsabilidades a los encargados del negocio como administradores y/o empleados de confianza, esto permitirá, tener claro las estrategias de implementación y prevención a acciones que transgredan las normas de la empresa, por ejemplo, realizar capacitaciones constantes dentro de la empresa para evitar el lavado de activos y disminuir riesgo de contagio.
- Implementar sistemas de pago digital; disminuir los pagos en efectivo ayudará a tener control, información y trazabilidad de la procedencia del dinero.
- El SARLAFT debe tener como entrada el manual SIPLAFT (Sistema Integral para la Prevención del Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo) con las políticas y mecanismos que serán establecidas en la empresa.
- A nivel contractual, todo vínculo comercial debe adoptar medidas de prevención, como conocimiento integral del cliente y del proveedor teniendo en cuenta la razón social, ubicación y actividad económica, así conocerá y evitará realizar operaciones que conllevan a actividades ilícitas.
Todas estas acciones aunque parezcan sencillas marcarán un gran cambio a nivel organizacional, generará eficacia de un gobierno corporativo, disminución de riesgos legal, jurídica, operacional y reputacional. Por lo que SARLAFT, en su integración abarca una serie de mecanismos concretos, como la selección de mercado objetivo, segmentación de clientes, aplicación de la debida diligencia, capacitaciones eficientes en el tema, y diseños de auditoría en las áreas de mayor riesgo, todo esto con el fin de mitigar el riesgo.
Te invitamos a implementarlos en tu negocio, y que el 29 de octubre digamos juntos NO al LAVADO DE ACTIVOS y FINANCIACIÓN AL TERRORISMO.
Isabel Cristina Ramos
Administradora de empresas