Después de ver en el anterior artículo cómo constituimos o legalizamos nuestra idea y proyecto de negocio, en este apartado describiremos las particularidades y tips financieros que debes tener en cuenta al momento de iniciar con este y no mueras en el intento.
1. Revisar el monto de la inversión: dependiendo del emprendimiento que vayas a realizar esta cifra es muy variable, pero sí es necesario que planifiques y tengas previsto que tu inversión inicial cubra tus costos y gastos operativos entre un periodo estimado de 3 a 6 meses, debido a que durante este tiempo tu propuesta estará penetrando el mercado y es muy poco probable que obtengas ganancias o puedas vivir de él, esto sin tener en cuenta los gastos preoperativos en que debes invertir.
Para que tengas un parámetro, los nuevos almacenes de cadena que vemos en nuestro diario vivir como Ara y D1 tienen proyectado empezar a obtener rendimientos aproximadamente a partir del octavo o décimo año de operación.
2. Llevar un control exhaustivo de tus costos y gastos: teniendo como premisa que lo que no puedes medir no lo puedes controlar, es muy importante que registres todas tus operaciones, para lo cual aquí en Valtia ponemos a disposición todas las funcionalidades necesarias para que desarrolles esta práctica, así como también desarrollamos informes a tu medida, que te permitan tomar decisiones de valor dentro de tu organización. Haciéndolo de una forma práctica, ágil y sistematizada con la cual puedas ahorrar tiempo y dinero.
3. Analizar detalladamente los costos de venta: en nuestro día a día vemos con frecuencia como las micro y pequeñas empresas tienen mal costeado sus productos, para que este no sea tu caso, aparte del costo unitario de este, debes tener en cuenta también otros valores mal llamados “gastos fijos” que generan incrementos en tus productos, estos tales como: servicios públicos, mano de obra, transporte, impuestos, entre otros. Siempre y cuando estos VARIEN en función a la cantidad que vendas.
4. Asignarse un salario: Igualmente es recomendable que si tú eres la persona que realiza el trabajo, a este precio de costo le asignes un precio por tu mano de obra, es decir, asignarte un sueldo que cobrarías por realizar esta tarea, de esta forma lograrás separar tus gastos personales de los empresariales, los cuales en muchas veces ocasionan o llevan a la debacle la organización.
5. Manejar correctamente tu flujo de caja: después de las experiencias vividas con la pandemia, quedó comprobado que las empresas no se liquidan porque perdieron utilidades, sino por la falta de flujo de caja (dinero o efectivo). Por esto es muy importante el manejo que le das a este, como por ejemplo el plazo que te dan tus proveedores debe ser mayor del que le das a tus clientes (crédito), así como evitar hacer compras de productos que se vendan o roten poco, solo con el fin adquirir los descuentos.
6. Invertir en publicidad y Marketing: de acuerdo con su nicho de mercado, debes revisar el mejor medio para darte a conocer y lograr entrar a competir correctamente, como por ejemplo: el material POP (objeto físico con tu marca), mensajes a través de la radio o la televisión, el voz a voz o las recomendaciones, así como el uso de la tecnología por medio de la cual podrás formar una estrategia digital acorde con sus necesidades y la de sus clientes.
Finalmente recuerda que todo en la vida requiere de disciplina y orden, y esto no será la excepción, por lo que debes estar muy comprometido con tus horarios de atención, tus clientes, proveedores y empleados, los cuales serán tu mejor carta de presentación. Por esto te invitamos a desarrollar cada uno de los puntos anteriores para que tu idea de negocio salga a flote y nos des la gratificación de que, en un futuro no muy lejano, todo esto te sea de gran ayuda. Indistintamente, si actualmente ya te encuentras desarrollando tu idea de negocio, te invitamos a desarrollar estas nuevas prácticas que harán crecer tu emprendimiento. ¡Ánimo!
Autor:
Jeison León Vélez
Contador Público