¿Te ha resultado muy difícil entender cuál es el momento adecuado para realizar el lanzamiento de un nuevo producto o servicio? Buscar la perfección, nos puede jugar en contra: “Es mejor hecho que perfecto”. ¿Qué pasaría si te dijera que lo ideal es que tu producto salga lo más pronto al mercado? ¿Lo creerías?

Emprender en la actualidad, es muy diferente a emprender un par de décadas atrás. Las empresas tradicionales, si bien tardaban mucho tiempo en consolidarse, contaban con la posibilidad de tener un mercado más estable; es decir, que sus estudios y estadísticas de ventas, podían ser más predecibles. Emprender ahora mismo, tener una startup, iniciar con una empresa, tener un negocio, implica trabajar con un factor adicional: la incertidumbre.

La globalización, las nuevas tecnologías y la rapidez con la que todo está evolucionando, han convertido el mercado en uno de incertidumbre constante. Eso quiere decir que un análisis teórico del mercado, resulta demasiado incierto.

Por esta razón, los fundadores de muchas empresas han decidido adoptar nuevas metodologías para trabajar. Uno de los referentes más conocidos que habla de nuevas formas de trabajo para startups y emprendedores es Eric Rise, promotor y precursor del método Lean Start Up (el cual menciona en su libro con el mismo nombre), que ha aplicado desde su experiencia como fundador en la IMVU (la aplicación social de avatar en 3D número 1 en el mundo con un entorno en el metaverso).

En este artículo queremos enfocarnos en un término importante que menciona Eric Rise en su libro: el mínimo producto viable. ¿Escuchaste hablar de este término alguna vez? Te contamos de qué se trata, y de qué manera se aconseja aplicar. 

¿QUÉ ES EL MVP Ó MÍNIMO PRODUCTO VIABLE?

El mínimo producto viable, es la mínima expresión de un producto utilizada para validar una idea. Empecemos desde el inicio, tienes una idea de un producto o servicio, que supones que revolucionará la vida de las personas y suplirá una de sus necesidades. Asumes que tendrás muchos clientes que querrán comprar ese producto estrella que has pensado, pero eres consciente de que son todas suposiciones. ¿Cómo haces para comprobarlo sin malgastar grandes cantidades de dinero y gran cantidad de tiempo en la creación de ese producto ideal?

Debes tener muy clara la visión de tu negocio, ese objetivo que sí o sí quieres que se cumpla con todos los productos o servicios de tu empresa. Y pensar en cómo sería esa primera versión de tu producto, con las funcionalidades básicas resueltas aunque con muchos aspectos aún por resolver: “piensa grande, empieza pequeño”. Eso sí, tu producto mínimo debe aportar valor y se debe realizar pensando en la estrategia principal que quieres comprobar. 

Lo más importante para tu empresa será que inviertas poco dinero y tiempo en esa primera versión, y que lo lances al mercado para comprobar si ese producto representa un valor para otros también, si tiene demanda, si funciona en la realidad de las personas, plantearte las preguntas correctas por resolver. Por ejemplo: ¿Hay demanda suficiente para escalar mi producto? ¿Cumple con las expectativas de los clientes? ¿Qué aspectos deben solucionarse de manera inmediata? ¿Qué debo modificar de la idea? ¿Existe una necesidad diferente? 

CREAR – MEDIR – APRENDER

El proceso de creación y consolidación de tu producto / servicio, debería ser un proceso en espiral, mediante el cual te mantienes en optimización constante de ese producto que ofreces. ¿Cómo funciona?

A partir de las ideas y estrategias que tienes sobre un producto nuevo, trabajas en la creación del producto, teniendo en cuenta desarrollarlo desde el MVP. Una vez que tengas el producto y lo lances al mercado, recibes el feedback o retroalimentación de los clientes, mides los resultados, con esos datos e información de base, obtienes el aprendizaje validado, optimizas tu producto y estrategias, y continúas el ciclo de iteración e innovación constante.

Ten presente la importancia de llegar a tiempo al mercado, el “timing” del producto es un factor necesario por analizar, consiste en identificar las posibilidades que se encuentran en el presente para tu producto/ servicio y determinará si tu producto puede funcionar. Un ejemplo de esto podría ser el momento que tuvimos de confinamiento y pandemia, en el que las empresas de tecnología identificaron la necesidad de optimizar su infraestructura para hacer posibles los trabajos remotos. 

Para poder tener un registro y progreso del avance, y los datos validados, te recomendamos utilizar Valtia, un software como solución administrativa y contable, que te permita llevar un seguimiento de la evolución de tu producto en el mercado, evaluar si se están cumpliendo los objetivos y responder las preguntas planteadas al lanzar tu producto. Puedes hacer la prueba con Valtia en una demo por 15 días, sin ningún costo, programa tu cita hoy. (link en el enlace)

LA PRUEBA, LA EXPERIENCIA Y EL FEEDBACK.

¿Qué se puede obtener de esa experiencia al lanzar el producto/ servicio? La prueba. Eric se refiere a esta acción de lanzar el MVP como un método científico, tienes una teoría en la que planteas que con ese producto llegarás del punto A al punto B y lanzarlo, será comprobar qué tanto te acercas a ese objetivo.

El primer resultado de tu producto tendrá muchos errores, de ahí viene el aprendizaje: el conocimiento validado. Cada contratiempo que tengas con tu producto, aún en la organización y producción interna de tu emprendimiento, será una oportunidad para que identifiques mejores formas de hacer las cosas. Y empieces a trabajar en optimizar tu producto para que sea lo más cercano a eso que visionas.

El feedback o retroalimentación de los clientes, es un aporte crucial para esa evolución de tu producto, es fundamental conocer las opiniones de otros al interactuar con tu producto y sus experiencias. Descubrirás qué características que considerabas de valor en tu producto, podrían no ser tan relevantes, y qué otras que deberías añadir. 

Escrito por: Stephanie Prieto.

Cofundadora de Kometa Creativa.

IG: @kometacreativa